Hoy es sábado, junio 30, 2012
GYULA ILLYÉS
Donde haya tiranía,
está la tiranía
no sólo en calabozos
ni en bocas de fusiles,
no sólo en cuartos de tortura,
no sólo en las nocturnas
consignas de los guardias,
está la tiranía
no en los pliegos de cargos
ardiendo oscuros como el humo,
la confesión, ni el morse
del preso sobre el muro,
no sólo en la sentencia
fría del juez: ¡culpable!
está la tiranía,
y no sólo en las órdenes
de ¡Preparen! y ¡Fuego!
ni en los redobles,
ni en el modo en que arrastran
el cadáver al foso,
no sólo en las noticias
susurradas con miedo
a través de una puerta
furtiva y entreabierta,
en el dedo en los labios
indicando callarse,
está la tiranía,
y no sólo en el rígido
trazo como de rejas,
ni en el aullar luchando
mudo contra las rejas,
ni en la cascada
de lágrimas calladas
acreciendo el silencio,
ni en la pupila abierta,
está la tiranía,
y no sólo en los ¡Viva!,
ni en el ¡Bravo! y los cantos
que en pie todos corean;
donde haya tiranía
está la tiranía
no sólo en los aplausos,
las palmas incesantes,
las trompetas, la ópera,
la piedra en las estatuas,
el color del retrato
chillón y mentiroso,
no sólo en cada marco,
ya en el pincel estaba;
ni en el vibrar del auto
de noche y en silencio,
que se detiene
bajo la arcada;
donde hay tiranía, siempre
está presente
en todas partes, como
tu dios nunca estuviese;
está la tiranía
en el jardín de infantes,
el consejo del padre,
la sonrisa materna;
en el modo del niño
responder al extraño;
no sólo en el alambre
de púas, ni en las frases
gastadas que en los libros
duelen más que las púas;
está en el beso
de despedida,
al decir de la esposa
cuándo vuelves, querido;
en los qué-tal triviales
que en la calle te llueven,
y ese apretón de manos
que de súbito aflojan;
al helarse la cara
de tu amor de repente,
pues en las citas
de amor está presente;
no sólo en los careos,
la confesión, las dulces
palabras embriagadas,
como mosca en el vino,
ni en tu sueño estás solo,
está la tiranía
en el tálamo, y antes
aún, en el deseo,
pues para ti lo bello
es lo que ya ella tuvo,
y con ella yacías,
mientras creías que amabas,
en el plato y el vaso,
la nariz y la boca,
en el frío y la sombra,
en tu cuarto y afuera,
como hedor de carroña
al abrir la ventana,
como cuando un escape
de gas llena la casa,
si estás hablando solo
es ella quien pregunta,
ni cuando fantaseas
te libras de ella,
se hace tierra de nadie
la vía láctea, los focos
la iluminan, minada,
los luceros: mirillas,
la celeste bóveda un campo
de castigo, pues en el doble
afiebrado de las campanas
está hablando la tiranía,
en el cura a quien te confiesas,
en sus predicaciones,
potro, templo y parlamento,
son otros escenarios suyos;
al abrir y cerrar los párpados,
siempre te mira;
como dolencia está contigo,
como el recuerdo,
y la rueda del tren, ¿la escuchas?
preso estás, preso, repite,
por las montañas y las costas
sigues oliéndola,
relampaguea y es ella
la que truena y deslumbra,
y al corazón lo paraliza,
inesperada;
está en la calma,
en los grilletes del hastío,
en la lluvia precipitándose
en barrotes hasta los cielos;
en la nevada que te encierra
como blanca pared de celda;
es ella quien te mira
por ojos de tu perro;
y estando en toda meta
ocupa tu futuro,
está en tu mente,
y en cada gesto tuyo;
como el agua a su cauce,
la sigues y la creas;
¿miras fuera del círculo?
al espejo te espera,
te acecha, inútil escaparse,
eres guardián y preso,
en el olor de tu tabaco
y en el paño de tu vestido
penetra, hasta en tu médula,
quieres pensar, tu mente
no tiene otras ideas
sino las suyas,
al mirar ves apenas
la ilusión que te muestra,
y te cerca el incendio
del bosque, por el fósforo
que al lanzar a la tierra
no apagaste pisándolo,
y así te guarda prisionero
en casa, campo y fábrica;
no sabes ya qué es vida,
ni pan ni carne,
qué es amor ni deseo,
ni un abrirse los brazos,
así forja esposas el siervo
y él mismo se las asegura,
cuando comes ella se nutre,
para ella engendras tu hijo,
donde hay tiranía, son todos
un eslabón de su cadena;
su hedor emana de tu cuerpo,
tú mismo eres tiranía;
como topos al sol desnudo,
damos tumbos en las tinieblas,
apretándonos en un cuarto
tal como en el desierto;
pues donde está la tiranía
todas las cosas son inútiles,
incluso las canciones,
o cualquier obra;
pues estaba desde el comienzo
junto a tu tumba, es ella
quien dice lo que fuiste,
tus cenizas son sus esclavas.
(1950)
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Negra sea tu lengua negro tu mediodía negra tu esperanza
Sea todo negro menos mi honor blanco
Esté mi lobo en tu garganta
Sea la tormenta tu lecho
mi miedo la almohada
ancho tu campo de desasosiego
tu aliento de fuego tus dientes de cera
Ahora mastica glotón
Mastica cuanto quieras
Sordo sea tu viento sordo sordas flores de ceguera
Sea todo sordo menos mi fuerte rechinar de dientes
Mi halcón esté en tu corazón
Terror tu madre sea desolación
***
He borrado tu cara de mi cara
He rasgado tu sombra de mi sombra
Allanado en ti las colinas
Convertido en montes tus llanuras
He desnortado en ti las estaciones
He puesto boca abajo todo el mundo desde ti en torno a ti
He enrollado el camino de mi vida
Mi impenetrable mi imposible camino
Ahora, precisamente, intenta encontrarme
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Hoy es jueves, junio 21, 2012
A Ana Flor
¡Oh tu, la amada de mis veintisiete sentidos, te quiero!
Tu, tuyo, te a tí, yo te, tu me,---¿nosotros?
¡Esta declaración (de momento) nada tiene que ver!
¿Quién eres tú, mujer incontada? Eres - ¿eres?
Dice la gente que serías...
Digan lo que digan no saben de que va todo esto
LLevas el sombrero en los pies y paseas sobre las manos,
Sobre las manos te paseas
Hola, divide tus ropas rojas en pliegues bancos,
Roja te amo, Ana Flor, roja te amo.
Tu, tuyo, te a tí, yo te, tu me,---¿nosotros?
¡Esta declaración (de momento) nada tiene que ver!
lancémosla a las brasas apagadas.
Ana Flor, roja Ana Flor. ¿Qué dice la gente?
Adivinanzas:
Ana tiene pajaros
Ana Flor es roja
¿De qué color son los pájaros?
Azul es el color de tus cabellos amarillos
rojo es el color de tus pajaros verdes.
Tu, inocente mujercita con tu vestido de cada día
tu, amado animal verde, te amo.
Tu, tuyo, te a tí, yo te, tu me,---¿nosotros?
¡Esta declaración (de momento) nada tiene que ver!
lancemosla a la caldera.
Ana Flor, Ana, A-N-A!
Destilo tu nombre
Tu nombre gotea como suave sebo de buey.
¿Sabes Ana, sabes ya
que se te puede leer hacia atrás?
Pues tu, la más hermosa de todas,
eres la misma por delante y por detrás.
A - N - A.
El sebo de buey ACARICIA mi espalda al gotear
Oh Ana Flor, goteas como una fiera,
¡Te ---- quiero!
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Hoy es miércoles, junio 06, 2012
Elegía
La alegría apagada de los años turbulentos
pesada es para mí; mas como el vino,
mientras pasan los años me da más embriaguez.
Mi camino es sombrío. Labores y dolor
me promete el agitado mar del porvenir.
Pero, amigos, aún no quiero morir.
Quiero vivir, para pensar, para sufrir.
Y sé que entre penas, ansiedades y congojas
me aguardan placeres todavía:
a veces gozaré las armonías;
a veces lloraré ante una visión,
y quizás en la tristeza de mi ocaso,
el amor lucirá su sonrisa de adiós.
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Aqui hay algunos poemas.
Solo los que me han gustado. =)
Silencio, silencio que la tierra va a dar a luz un arbol